domingo, 20 de noviembre de 2016

Entrega - Paso al costado


El paso al Costado - Consigna
Nuestro objetivo fue generar una pieza audiovisual hibrida y reflexiva que problematice la relación entre imagen y palabra. Intentamos que los universos visual y simbólico se relacionen a través de recursos plásticos y conceptuales.
Aprovechamos esta instancia para mostrar la realidad miscelánea de la sociedad que nos toca transitar tomando como referencia el paradigma de la ciencia ficción.

Pensamos el registro como un medio para lograr el extrañamiento de sucesos y situaciones cotidianas y de esta forma sembrar en el espectador un dilema. Así intentamos valernos de lo audiovisual como una forma de pensamiento crítico frente a la cultura de la cual formamos parte y que nos influencia a la hora de desenvolvernos como individuos dentro del colectivo (37).
Consideramos al registro audiovisual como una extensión del cuerpo, un cuerpo que se ciñe y arrastra por encontrar nuevos lugares aun vacíos.
A su vez creemos que la cámara y la tecnología audiovisual por su organicidad y alcance masivo se han vuelto el vehículo de expresión por excelencia del siglo XXI. 
 También creemos que el texto es un limitador a la hora de concebir ciertos fenómenos de complejidades variables y por ello aprovechamos la cámara como un lenguaje artístico y alternativo para abordar el pensamiento reflexivo. 

miércoles, 16 de noviembre de 2016

viernes, 11 de noviembre de 2016

El Paso al Costado Reflexión

El Paso al Costado

El nombre no es definitivo. Por ahora es un título que le estoy poniendo a el material que vamos filmando sin preguntar y esperando que lentamente se transforme en el nombre del proyecto o de la pieza.
Es un concepto que no recuerdo si surgió cuando estuve en Berlin hace unos años leyendo Rayuela o si siempre estuvo en mi y simplemente despertó cuando leí ese capítulo 28. Y prefiero no meterme en esa reflexión porque de ahi no saldría tan facil: nunca pude decidir si las ideas las adoptamos de nuestra experiencia o si nacen con nosotras y simplemente las vamos reconociendo. 
Volviendo al "paso al costado", ni Cortázar ni ninguno de sus personajes lo nombran así cuando volví a leer el capítulo, pero me gusta llamarlo así. Es una reflexión ante la historia de la humanidad, sobre el camino que hizo el hombre hacia la razón, ese "paso" que nos diferenció del resto de las especies, que nos hace humanos, que nos rige. Es normal asumir ese paso como algo positivo, como el gran paso de nuestra especie. La razón es como nuestra fuerza mayor, la característica que nos hace invencibles, infinitos, que nos hace entender el mundo transformarlo..... y dominarlo. La pregunta que se hace Horacio Oliveira, el argentino, el ontológico, el metafísico, el Cortazar es si ese paso fue hacia adelante, o si simplemente fue un paso, . Quizas todo el concepto de la rayuela de Cortazar es un intento de desdoblar un poco a la razon aunque tanto Cortazar, como Oliveira o como cualquiera de nosotros sepamos que de la razon no se puede escapar, o por lo menos no atraves de ella, no se puede escapar pensando del pensamiento. Para Oliveira cuando el hombre entra en crisis, cuando este está en un momento donde las circunstancias le hacen "olvidar"(?) por un breve momento a la razon ("saturación de la razón"), ahí podemos percibir un poco de lo que habia antes, y es ahi donde para él todo esta ordenado : "Y esas crisis que la mayoría de la gente considera como escandalosas, como absurdas, yo personalmente tengo la impresión de que sirven para mostrar el verdadero absurdo, el de un mundo ordenado y en calma, con una pieza donde diversos tipos toman café a las dos de la mañana, sin que realmente nada de eso tenga el menor sentido como no sea el hedónico,"

De todo esto viene mi interpretación de lo que estamos trabajando. Un poco la idea detras de nuestra búsqueda...



Para el que le interesó:
A continuación dejó una selección del capítulo 28, en verde lo mas importante:


-Se tiene la impresión -dijo Oliveira- de estar caminando sobre viejas huellas. Escolares nimios, rehacemos argumentos polvorientos y nada interesantes. Y todo eso, Ronald querido, porque hablamos dialécticamente. Decimos: vos, yo, la lámpara, la realidad. Da un paso atrás, por favor. Animate, no cuesta tanto. Las palabras desaparecen. Esa lámpara es un estímulo sensorial, nada más. Ahora da otro paso atrás. Lo que llamás tu vista y ese estímulo sensorial se vuelven una relación inexplicable, porque para explicarla habría que dar de nuevo un paso adelante y se iría todo al diablo.

-Pero esos pasos atrás son como desandar el camino de la especie -protestó Gregorovius.

-Sí -dijo Oliverira -. Y ahí está el gran problema, saber si lo que llamás la especie ha caminado hacia adelante o si, como le parecía a Klages, creo, en un momento dado agarró por una vía falsa.

-Sin lenguaje no hay hombre. Sin historia no hay hombre.

-Sin crimen no hay asesino. Nada te prueba que el hombre no hubiera podido ser diferente.

-No nos ha ido tan mal - dijo Ronald.
¿Qué punto de comparación tenés para creer que nos ha ido bien? ¿Por qué hemos tenido que inventar el Edén, vivir sumidos en la nostalgia del paraíso perdido, fabricar utopías, proponernos un futuro? Si una lombriz pudiera pensar, pensaría que no le ha ido tan mal. El hombre se agarra de la ciencia como de eso que llaman un áncora de salvación y que jamás he sabido bien lo que es. La razón segrega a través del lenguaje una arquitectura satisfactoria, como la preciosa, rítmica composición de los cuadros renacentistas, y nos planta en el centro. A pesar de toda su curiosidad y su insatisfacción, la ciencia, es decir la razón, empieza por tranquilizarnos. "Estás aquí, en esta pieza, con tus amigos, frente a esa lámpara. No te asustes, toda va muy bien. Ahora veamos: ¿Cuál será la naturaleza de ese fenómeno luminoso? ¿Te has enterado de lo que es el uranio enriquecido? ¿Te gustan los isótopos, sabías que ya transmutamos el plomo en oro?" Todo muy incitante, muy vertiginoso, pero siempre a partir del sillón donde estamos cómodamente sentados.

-Yo estoy en el suelo -dijo Ronald- y nada cómodo para decirte la verdad. Escuchá, Horacio: negar esta realidad no tiene sentido. Está aquí, la estamos compartiendo. La noche transcurre para los dos, afuera está lloviendo para los dos. Qué sé yo lo que es la noche, el tiempo y la lluvia, pero están ahí y fuera de mí, son cosas que me pasan, no hay nada que hacerle.

-Pero claro -dijo Oliveira-. Nadie lo niega, che. Lo que no entendemos es por qué eso tiene que suceder así, por qué nosotros estamos aquí y afuera está lloviendo. Lo absurdo no son las cosas, lo absurdo es que las cosas estén ahí y las sintamos como absurdas. A mí se me escapa la relación que hay entre yo y esto que me está pasando en este momento. No te niego que me está pasando. Vaya si me pasa. Y eso es lo absurdo.

-No está muy claro -dijo Etienne.

-No puede estar claro, si lo estuviera sería falso, sería científicamente verdadero quizá, pero falso como absoluto. La claridad es una exigencia intelectual y nada más. Ojalá pudiéramos saber claro, entender claro al margen de la ciencia y la razón. Y cuando digo "ojalá", andá a saber si no estoy diciendo una idiotez. Probablemente la única áncora de salvación sea la ciencia, el uranio 235, esas cosas. Pero además hay que vivir.

-Comprendé, Ronald -dijo Oliveira apretándole una rodilla-. Vos sos mucho más que tu inteligencia, es sabido. Esta noche, por ejemplo, esto que nos está pasando ahora, aquí, es como uno se esos cuadros de Rembrandt donde apenas brilla un poco de luz en un rincón, y no es una luz física, no es eso que tranquilamente llamás y situás como lámpara, con sus vatios y sus bujías. Lo absurdo es creer que podemos aprehender la totalidad de lo que nos constituye en este momento, o en cualquier momento, e intuirlo como algo coherente, algo aceptable si querés. Cada vez que entramos en una crisis es el absurdo total, comprendé que la dialéctica sólo puede ordenar los armarios en los momentos de calma. Sabés muy bien que en el punto culminante de una crisis procedemos siempre por impulso, al revés de lo previsible, haciendo la barbaridad más inesperada. Y en ese momento precisamente se podía decir que había como una saturación de realidad, ¿no te parece? La realidad se precipita, se muestra con toda su fuerza, y justamente entonces nuestra única manera de enfrentarla consiste en renunciar a la dialéctica, es la hora en que le pegamos un tiro a un tipo, que saltamos por la borda, que nos tomamos un tubo de gardenal como Guy, que le soltamos la cadena al perro, piedra libre para cualquier cosa. La razón sólo nos sirve para disecar la realidad en calma, o analizar sus futuras tormentas, nunca para resolver una crisis instantánea. Pero esas crisis son como mostraciones metafísicas, che, un estado que quizá, si no hubiéramos agarrado por la vía de la razón, sería el estado natural y corriente del pitecantropo erecto.

-Está muy caliente, tené cuidado -dijo la Maga.

-Y esas crisis que la mayoría de la gente considera como escandalosas, como absurdas, yo personalmente tengo la impresión de que sirven para mostrar el verdadero absurdo, el de un mundo ordenado y en calma, con una pieza donde diversos tipos toman café a las dos de la mañana, sin que realmente nada de eso tenga el menor sentido como no sea el hedónico, lo bien que estamos al lado de esta estufita que tira tan meritoriamente. Los milagros nunca me han parecido absurdos; lo absurdo es lo que los precede y los sigue.

-Y sin embargo -dijo Gregorovius, desperezándose - il faut tenter de vivre.


"Voilà", pensó Oliveira. "Otra prueba que me guardaré de mencionar. De millones de versos posibles, elige el que yo había pensado hace diez minutos. Lo que la gente llama casualidad".

jueves, 29 de septiembre de 2016

東都駿台 Tōto sundai- Islas Malvinas, San Carlos de Bariloche

Toto Sundai es el nombre de la locación donde Hokusai hizo la numero 5 de las vistas del Monte Fuji. Era una localidad dentro del departamento de Edo, conglomerado de pueblos que florecía en el siglo XVIII cuando Hokusai nació, y que más tarde se transformó en lo que hoy es Tokyo.
Islas Malvinas es uno de los llamados "barrios" (asentamientos informales) de San Carlos de Bariloche en Río Negro, donde estuve estas vacaciones de invierno recientes con la cámara de fotos.
Al igual que en Toto Sundai, Islas Malvinas es un barrio donde vive la clase trabajadora, casi 200 años mas tarde y del otro lado del oceano pacífico.
Aparte de transponer cuestiones de temática con la obra original, con Juan queríamos trasladar la antigua técnica de la xilografía a algo digital de nuestro epoca. Nos pareció q el software de Adobe Illustrator era el mejor soporte para la transposición de técnicas, al generar curvas de relaciones en vez de pixeles y por manejar un sistema de capas donde podríamos reproducir la xilografía a nivel digital: